• Por las noches…

    Es cierto lo que dicen;
    estoy más solo por las noches…

    Cuando ya no hay nada que hacer,
    más que preocuparme… y recordar.

    Por las noches llegan los fantasmas y los recuerdos
    y nunca son los que deseamos, sino los que nos dicta
    algún duende malvado,
    en el último rincón de nuestra consciencia.

    Y llegas tú,
    nunca en tus peores momentos.

    Siempre llega tu recuerdo
    de los momentos felices,
    de las risas,
    de las noches y las tardes
    llenas de pasión y sudor
    en algún hotel de paso,
    mientras ignorábamos los celulares
    y le robábamos horas
    a un destino incierto.

    Esos son los momentos que llegan,
    felices, pero ingratos,
    a recordarme
    que me has perdido para siempre,
    y que jamás volverás a estar sobre mí,
    moviéndote ritmicamente,
    mientras yo me vengo
    dentro tuyo.

  • No hubiera estado mal, un poco de sano descaro

    Hubiera querido que fueras un poco más descarada,
    un poco más pícara
    y mucho más exhibicionista.

    Que te hubiera gustado más besarnos en lugares públicos
    y que hubieras dejado que mis manos te recorrieran sobre la ropa
    en la calle, en esos cafés y en esos estacionamientos.

    Me hubiera gustado que te inclinaras más, y mas seguido
    sentados a la mesa de ese restorán,
    para mostrarme tus senos sin sostén
    quizás hasta esas erectas puntas morenas…

    Que te hubieras alzado la minifalda cuando ibas caminando frente a mi
    en esos estacionamientos
    para mostrarme tus tangas
    o quizás, que no llevabas nada…

    Pero vivías preocupada por el qué dirán,
    por el “es posible que nos vean”
    por el “¿y qué tal si nos ve alguien que conozco?”

    Y ese pudor extremo
    fue poco a poco,
    o mucho a mucho,
    matando mi deseo y mi pasión por ti.

    Y ahora estoy con otra
    a la que no le importa alzarse la blusa
    para mostrarme sus senos desnudos,
    y dejar que los acaricie el sol
    cuando vamos manejando en la carretera
    y que más de una vez
    ha hecho malabares en el auto
    para tragarse de mi miembro mi esencia
    mientras yo voy acariciándole las piernas…

  • Verte hoy

    Me hubiera gustado verte hoy,
    para contarte las últimas aventuras de mi perro, ElSolo,
    (aunque nunca te cayó bien, mi perro),
    para contarte las nuevas ocurrencias de mi jefa
    que seguramente te hubieran puesto celosa;
    para quejarme de los vecinos y de la oficina,
    simplemente para que me callaras
    con uno de esos besos, que sonriendo, sabías dar.

    Pero no estabas, otra vez, cuando llegue a casa,
    como no has estado en los últimos dos meses…
    seguía tu llave sobre la mesa, donde la dejaste,
    cuando te fuiste, enojada, y casi tumbando la puerta.

    Y nos sentamos en la sala, ElSolo y yo
    llorando callados, a extrañar tus sonrisas y tus besos…

  • Conservarte siempre

    Hubiera querido conservarte por siempre,
    que nos hubiéramos hecho viejos juntos
    disfrutando cada etapa y cada momento…

    Bailar juntos en la cocina,
    y en la calle,
    en la plaza
    y en la playa…

    Pero tú y el destino (y él)
    tenían otros planes
    y te fuiste escurriendo de mi corazón
    despacito
    poco a poquito
    como la arena en los dedos de un niño
    hasta que un día
    ya no quedó nada de ti
    ni el amor
    ni la ternura
    ni los momentos felices…

    Solo una página en blanco
    donde escribir tristezas y desamores…