Es cierto lo que dicen;
estoy más solo por las noches…
Cuando ya no hay nada que hacer,
más que preocuparme… y recordar.
Por las noches llegan los fantasmas y los recuerdos
y nunca son los que deseamos, sino los que nos dicta
algún duende malvado,
en el último rincón de nuestra consciencia.
Y llegas tú,
nunca en tus peores momentos.
Siempre llega tu recuerdo
de los momentos felices,
de las risas,
de las noches y las tardes
llenas de pasión y sudor
en algún hotel de paso,
mientras ignorábamos los celulares
y le robábamos horas
a un destino incierto.
Esos son los momentos que llegan,
felices, pero ingratos,
a recordarme
que me has perdido para siempre,
y que jamás volverás a estar sobre mí,
moviéndote ritmicamente,
mientras yo me vengo
dentro tuyo.
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