La genial idea de que estaríamos bien
cuando te fueras
está mirándonos, burlona,
desde la esquina de nuestras mentes.
Tu genial idea de separarnos,
se ríe, ahora, sarcástica,
preguntándonos si estamos bien
o si queremos regresar.
Y es cierto que no nos sentimos felices.
Siempre pensé que vería tu rostro,
que oiría tu risa,
que besaría tus labios,
por lo menos una vez más…
Es cierto que no nos sentimos felices.
Pero yo, por lo menos, sigo adelante.
Porque aunque el camino es difícil,
estoy seguro de que es mío.
Aunque siento hoy más espinas que rosas,
las aprieto contra mi pecho, lleno de esperanza,
porque sé con certeza,
que todas las noches acaban con un amanecer.
Y yo llevo ya años esperando el mío,
sabiendo que no tarda.
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