Tus labios

Perdóname si uso frases trilladas,
pero me enamoré de tu boca…

De esos labios rojos y carnosos;
de esa manera que tienes
de morderte el labio inferior, coqueta,
cuando me dices que quieres coger…

Me enamoré también
de la manera que tienes
de morderme los labios,
para excitarme,
cuando nos estamos besando.

Me enamoré de tus dientes blancos
que saben sonreír como si no hubiera
tristeza en el universo…

Y de tu lengua retozona,
que encuentra, al parecer, gran placer,
en jugar con la mía
y con mi sexo.

Me enamoré de ese profundo
y carnoso color rojo
que contrasta con el blanco de tus dientes.

Me enamoré de cada uno de tus besos
cada vez más locos; cada vez más apasionados,
y que van dando origen a decisiones
todavía más osadas.

Y también me enamoré de cada una
de las manchas de labial que dejaste en mi camisa.

Todas esas, que hicieron que la que ahora es mi ex
perdiera su sonrisa.

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