Se nos quedaron en el tintero de la vida
un millón de planes que ya no realizamos…
Me mira desde el clóset
una caja llena de lencería
todavía nueva
que ya no alcancé a regalarte…
Y hay un par de restaurantes en Oaxaca
que se quedaron con ganas
de verme besarte…
Paseos nunca hechos;
lugares que jamás visitaremos;
promesas que ya no nos haremos;
algunas canciones que estaba aprendiendo
y que tendré que tocarle a otra
en mi guitarra.
Tres bocetos de retratos,
un sin fin de confesiones
y una vida entera de poemas
y de cuentos
que ya nunca escribiré
y que ya jamás leerás…
Quiera el cielo
que nunca llegues a enterarte
de todo lo que dejaste.
No fuera a ser, que corriendo
vengas de regreso,
cuando esa caja que está en el clóset
está guardando ahora
solamente ropa de invierno.
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