Aprendí

Aprendí a quererme más
y a entregar un poco menos.

Aprendí, que aunque yo piense que el amor es eterno,
hay personas tan mezquinas (como tú) que creen que el amor
aún cuando es sincero, es temporal;
Personas que entran a una relación, ya planeando su salida;
Anticipando la ruptura y fortaleciendo su mezquindad
desde el día uno.

Aprendí a exigir un poco más,
y a buscar la equidad.
Aprendí, aunque no me guste,
a guardar secretos,
contar medias verdades
y a estar preparado para oír
y recibir lo mismo.

En fin, que contigo aprendí un sin fin de cosas,
no todas buenas,
y no estoy seguro de estar mejor
de lo que estuve
antes de abrirte un espacio en mi corazón.

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