Morir de amor

Nadie muere de amor
dicen
pero está lleno de muertos,
el cementerio.

“¿y tú crees
que murieron de amor?”
me preguntas.

“Y… no sé”, te contesto,
“entre tantos, alguno
habrá tenido que morir
de amor, ¿no?”

No hay mal que dure cien años
sentencian, juiciosamente,
pero están llenas
las terapias
de pacientes.

“¿Y tú crees,
que es por amor?”
preguntas,
otra vez.

“Y… no sé, cariño”, respondo,
“yo he conocido a varios,
que por eso,
ahí terminaron.”

“No hay mal que dure cien años”,
“Nadie se muere de amor”…

Qué fácil es hablar del amor
cuando no se le ha sufrido.

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