Eres mujer-río
que baja desde lo alto de las montañas,
y que va erosionando
lentamente
cada roca
que se interpone en su camino.
Avanzas lenta, pero inexorable.
Te labras caminos donde no existen.
Impredecible,
mutas, a veces, en curvas,
y a veces, en rápidos.
A momentos te tornas suave y lenta,
para después volverte,
en ocasiones, veloz y violenta.
Eres mujer-río
y nada puede detenerte
en tu imparable camino
hacia el mar de mis amores.
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