Nos hicimos más que amigos
porque no podía tolerar la idea
de vivir sin ti mi vida.
Porque ya no quería despertar
por las mañanas
sin ver tu carita dormida
con el cabello despeinado
y sonriendo,
aún dormida.
Porque había ya secretos
que no podía ocultarte más
y no podía confiárselos
a una amiga solamente.
Porque ya era urgente besarte
y aprender cómo te veías desnuda.
Nos hicimos más que amigos
porque yo ya me había inventado
un universo contigo
y no supe deconstruirlo
para poder sacarte de él.