Conocer tus labios
fue codiciarlos
y desearlos
con prohibidas ansias.
Ver tus ojos
por vez primera
fue amarte
y desearte
para siempre en mi vida.
Acunar tus senos
entre mis manos
fue recibirlos para siempre
en mi mundo
y darles un lugar
en mis deseos más profundos.
Verte desnuda
fue mi perdición
ya que jamás
pude olvidarte.
Leave a Reply